El matrimonio infantil es una práctica que afecta mayormente a las niñas y adolescentes de las zonas rurales del país, los menores pertenecen esencialmente a hogares indígenas y de familias afectadas por la pobreza, señala el estudio “Matrimonio Infantil y Uniones Tempranas en México”, elaborado por la especialista Irma Kánter Coronel del Instituto “Belisario Domínguez” del Senado de la República.
El matrimonio infantil, también denominado matrimonio a edad temprana, hace referencia a cualquier unión civil, religiosa y consensual en la que al menos uno de los contrayentes es menor de 18 años, y en el país las niñas y adolescentes de las regiones más pobres de México se ven mayormente afectadas por el matrimonio infantil y las uniones a temprana edad, tal es el caso de la Región Sur, conformada por los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, destaca la investigación.
En esta zona se ubican los estados con los índices de población en pobreza y pobreza extrema más elevados del país y también las mayores proporciones de 20 a 49 años se casaron o unieron antes de los 18 años y cerca de 19% de las adolescentes entre 15 a 19 años estaban ya casadas o unidas, según la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres (ENIM) levantada durante 2015 por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En contraste, la región Noreste, integrada por estados que se caracterizan por tener menores niveles de población viviendo en pobreza y pobreza extrema, también presentan menor proporción de mujeres de 20 a 49 años casadas o unidas antes de cumplir los 18 años, así como una menor proporción de mujeres de 15 a 19 años actualmente casadas o unidas, destaca el trabajo.
Otra característica del matrimonio infantil en México es la diferencia de edad entre la mujer y su cónyuge. Los datos revelan que la mayoría (94.5%) de las adolescentes de 15 a 19 años casadas o unidas lo hicieron con parejas mayores que ellas, de acuerdo con el contenido de la investigación.
Los datos de la ENIM 2015, indica la investigadora, corroboran la estrecha relación entre el matrimonio infantil y la educación, puesto que alrededor de 50% de las mujeres de 20 a 49 años sin escolaridad se casaron o unieron antes de los 18 años, comparado con 38% de las que recibieron educación primaria, 31% de las que tenían estudios de secundaria, 16% con media superior y 3.5% con educación superior.
Así y de acuerdo con el texto, el matrimonio infantil es una práctica que constituye una forma de discriminación de género que afecta y vulnera los derechos particularmente de niñas y mujeres. Sin embargo, apunta la especialista Kánter Coronel que este fenómeno se extiende a todos los países, culturas y religiones del mundo, aunque en distintas magnitudes.
En 2012, menciona el texto de la investigadora, la UNICEF señaló que alrededor de 400 millones de mujeres de 20 y 49 años en todo el mundo se habían casado o unido antes de cumplir 18 años. Esta cifra aumentó a 700 millones en 2016 y, de mantenerse la tenencia actual, podrían incrementarse a 950 millones en 2030.
El matrimonio infantil y las uniones tempranas vulneran una serie de derechos, ente ellos, el derecho a la salud de las niñas y adolescentes, el derecho a la educación, el derecho a su bienestar y a disfrutar su infancia y, en general, el derecho a desarrollarse plenamente en todos los ámbitos de la vida, se indica en el estudio.
El derecho a la salud se ve afectado principalmente por el impacto que esta práctica tiene sobre los embarazos infantiles y adolescentes, con importantes consecuencias negativas en la salud de las menores y la de sus hijos, particularmente de aquellas que se embarazan antes de los 15 años, menciona la investigadora.
Las niñas y adolescentes que se casan o unen en edades tempranas es menos probable que permanezcan en la escuela debido a las nuevas responsabilidades que tienen que asumir como esposas, madres y amas de casa, y frente a esta situación México ha firmado diversos instrumentos internaciones que prohíben el matrimonio infantil, entre los que destacan, por su carácter vinculante, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
Los 18 años se establecen como la edad mínima para el matrimonio o para la unión, porque es la edad que define el final de la infancia y constituye el límite máximo hasta donde se debe garantizar la protección contra todas las formas de violencia y el desarrollo de todo el potencial tanto de niñas como de niños, dice el estudio de Kánter Coronel.
En sus Códigos Civiles o Familiares, 22 entidades federativas establecen la edad mínima de 18 años para contraer matrimonio, sin excepción o dispensa. Ocho estados del país, aunque establecen en sus Códigos Civiles o Familiares también los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio, incluyen dispensas por “causas graves y justificadas”; sin embargo, como estas dispensas no se definen o especifican claramente, se dejan al criterio de quien aplica la ley, especifica el estudio.
En el caso particular de la Ciudad de México y del estado de Sinaloa, además de la dispensa se otorga también en caso de embarazo. En suma, en 30 estados del país los Códigos Civiles o Familiares contemplan los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio, sin embargo, ocho aún admiten dispensas, de acuerdo con la investigadora del Instituto” Belisario Domínguez” del Senado de la República.
El Código Civil Federal, y los relativos a los estados de Campeche y Chihuahua, además de que son discriminatorios, establecen una edad diferente al matrimonio para hombres y mujeres; ésta es menor de 18 años. Las edades que contemplan son 16 años para los hombres y 14 para las mujeres. Sólo 18 estados contemplan el requisito de edad establecido en la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
14 entidades del país no especifican disposición alguna sobre la edad mínima en la que niñas, niños y adolescentes pueden contraer matrimonio. Hasta diciembre de 2017 en la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados y del Senado de la República se presentaron poco más de 45 Iniciativas y dictámenes a discusión, revela la investigación. Para consultar el texto íntegro de la investigación seguir este enlace:http://bibliodigitalibd.