Con el inicio del ciclo escolar en nivel básico arranca
la construcción del nuevo modelo educativo denominado la Nueva Escuela
Mexicana, tras la abrogación de la reforma en la materia de 2013.
Más de 25 millones de alumnos de preescolar, primaria y
secundaria iniciarán clases bajo un sistema que busca una educación de calidad
e inclusiva, además los docentes tendrán certeza y justicia laboral, de acuerdo
con la SEP.
Sin embargo, especialistas advierten que este ciclo
escolar estará marcado por la incertidumbre ante la falta de un marco jurídico
claro en la materia.
Tras la aprobación el 8 de mayo de la nueva reforma
educativa, quedaron en el limbo sus leyes secundarias, las cuales normarían
aspectos como la elección, promoción y ascenso de maestros; su actuar frente al
grupo y los métodos para dotar de fondos a las escuelas para mejorar su
infraestructura.
"Ya estamos viviendo un proceso de incertidumbre,
estamos en el limbo porque no tenemos una reforma constitucional, pero no tenemos
una legislación secundaria.
"Estamos arrancando un ciclo escolar nuevo, sin
reglas claras, sin expectativas claras", expuso Jennifer O'Donoghue,
directora general de Mexicanos Primero.
Por su parte, Marco Fernández, investigador de México
Evalúa y del Tecnológico de Monterrey, señaló que en las propuestas de ley
educativa enviadas al Congreso existen riesgos de retroceso, tales como que los
líderes magisteriales vuelvan a tener injerencia sobre las plazas docentes.
"Esta pretensión de cada sexenio de empezar desde
cero es un absurdo. Ni siquiera se hizo una evaluación de qué funcionó y qué no
funcionó del anterior modelo educativo", reprochó.
Fernández también aseguró que sería un error desaparecer
el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed) porque
estaría en riesgo la vida de alumnos, docentes y trabajadores.
"Pondría en peligro sin duda alguna la seguridad
estructural de las escuelas y, por lo tanto, la seguridad de los alumnos.
Porque los papás, por mejor intencionados que sean, no tienen los consejos
técnicos para verificar las ampliaciones, reparaciones o construcciones de
escuelas", dijo.
"Cuando uno observa ese tipo de incertidumbres y de
problemas en la forma de implementar la política educativa, pues uno no puede
ser optimista respecto a lo que se va a enseñar a los alumnos en las
aulas", lamentó.
En tanto, Daniel López, presidente de Suma por la
Educación, coincidió en que el nuevo ciclo escolar inicia con dudas y grandes
retos.
Acotó que si bien existen innovaciones como la
implementación de recursos tecnológicos o el reciclaje de libros, hay
imprecisiones que complican el correcto uso de los materiales educativos.
"Todavía no hay un modelo pedagógico definido al 100
por ciento porque va a depender de las leyes secundarias y el proceso de
evaluación tanto para docentes como para alumnos aún no está definido",
indicó.