El gobierno estadunidense inició gestiones el lunes para
no aceptar más solicitudes de asilo de migrantes centroamericanos que llegan a
la frontera.
Según la nueva norma publicada en el Registro Federal,
los solicitantes de asilo que pasan primero por otro país no podrán pedir asilo
en la frontera sur estadunidense.
La norma, que deberá entrar en vigencia el martes, se
aplica incluso a niños que hayan cruzado la frontera solos.
Hay algunas excepciones: si alguien ha sido objeto de
trata, si el país que atravesó el migrante no firmó uno de los tratados
internacionales importantes que rigen la gestión de los refugiados (aunque la
mayoría de los países occidentales los han firmado) o si un solicitante de
asilo buscó protección en un país, pero se le negó, entonces dicha persona
todavía podría solicitar asilo en Estados Unidos.
Pero la decisión del gobierno del presidente Trump está
destinada principalmente a poner fin a las protecciones de asilo, como sucede
ya en la frontera sur.