La manifestación de impacto ambiental (MIA) del proyecto
de la refinería Dos Bocas, promovida por Pemex Transformación Industrial,
reconoce que la obra se hará en una zona de peligro por erosión, inundación
marina y lluvias. Explica que el lugar es considerado sísmico y volcánico en el
Atlas de Peligros por Fenómenos Naturales de Tabasco. El documento, de 2 mil
200 cuartillas, en su versión pública omite la información sobre el monto de
inversión requerido y el número de empleos que se generarán.
También señala que la refinería tendrá un tiempo de vida
de 20 años, aunque podrá ampliarse, y se construirá en tres. La MIA en
modalidad regional fue presentada a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat) para su aprobación y sólo es para la refinería, que tendrá
una extensión de 704 hectáreas; para los oleoductos y gasoductos que serán
construidos por terceros se presentarán estudios similares.
La refinería se ubicará en el municipio Paraíso, en la
región Chontalpa de Tabasco. Colinda al norte con el Golfo de México y la
Terminal Marítima Dos Bocas, y al sur, con localidades urbanas; constará de 17
plantas de proceso e infraestructura de servicios. El responsable técnico del
estudio es José Cabrera, de la Universidad Autónoma de Tabasco.
La MIA reconoce que el Atlas de Peligros ubica el
polígono del proyecto con peligro por erosión, riesgos sísmico, volcánico e
inundaciones; puntualiza que hay un riesgo muy alto por inundación causado por
marea de tormenta y por erosión ocasionada por oleaje de alta energía. Refiere
que sólo la playa Boca Este, que se ubica cerca del área del plan, tiene
erosión intensa.
En el Sistema Ambiental Regional donde se ubica el
proyecto hay vegetación de manglar –bajo protección especial–, 133 especies de
aves, 29 de mamíferos, 27 de reptiles y 16 de anfibios. En cuanto a los
impactos ambientales, explica que la mayoría serán en la etapa de preparación
del sitio por el desmonte, despalme y actividades sobre el suelo que afectan
agua, aire, vegetación y fauna. En la fase de construcción habrá efectos sobre
la atmósfera y el suelo, por la edificación de plataformas, plantas de proceso
y servicios, conexiones y tuberías. En la operación se prevén impactos
moderados y severos, según las actividades de las instalaciones.
Para contrarrestar los impactos adversos al medio
ambiente, asegura que cumplirá cabalmente con la normatividad en materia
ambiental vigente, así como con los más altos estándares internacionales de
construcción, operatividad y de administración de la calidad y seguridad.