Conquista obrera: ratifica Senado el Convenio 98 de la OIT

El Pleno del Senado de la República ratificó por unanimidad el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo a la Aplicación de los Principios del Derecho de Sindicación y de Negociación Colectiva, adoptado en Ginebra, el 1 de julio de 1949.

En votación nominal, por 78 a favor y cero en contra, se aprobó el instrumento internacional que establece que los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo.

Dicha protección deberá ejercerse especialmente contra todo acto que tenga por objeto sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se afilie a un sindicato o a la de dejar de ser miembro de un sindicato.

O cuando se despida a un trabajador a causa de su afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de trabajo.

Asimismo, busca regular que las organizaciones de trabajadores y de empleadores gocen de una adecuada protección contra todo acto de injerencia de unas respecto de las otras, ya sea que se realice directamente o por medio de sus miembros, en su constitución, funcionamiento o administración.

La ratificación por el Senado de la República del convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es un hecho histórico y un acto de justicia para la clase trabajadora del país, ya que garantizará los derechos de libre asociación sindical y será el inicio de la una nueva etapa en las relaciones obrero-patronal, aseguró el senador Napoleón Gómez Urrutia.

Hoy se inicia, destacó, un nuevo proceso de reconstrucción del mundo del trabajo y esta decisión de los legisladores representa un paso adelante que permitirá plantear reformas a la Ley Federal del Trabajo constructivas y positivas, a fin de terminar con los contratos de protección, la contratación temporal y los llamados outsourcing. El convenio, agregó, será el centro neurálgico de toda la política laboral del país, del cual dependen los salarios, prestaciones y bienestar, así como el futuro de la clase trabajadora de México.

Durante su intervención en la tribuna de la Cámara Alta y previo a la votación en la que se ratificó El Convenio 98 Relativo a la Aplicación de los Principios del Derecho de Sindicación y Negociación Colectiva de la OIT de 1949, dijo que con esta decisión del Senado se podrá concluir con las condiciones infrahumanas y de explotación de los trabajadores que se dan con contratos simulados y firmados en arreglo con seudolíderes.

Gómez Urrutia dijo que luego de 70 años de espera para este proceso, incluyendo tres años desde que el Ejecutivo promovió la ratificación del convenio, se cumplió con el proceso legislativo y se discutió con todos los sectores involucrados, quedó pendiente su aprobación en el Senado, hoy se hace historia con el cambio de la situación económica, política y social en México, lo que permite dar un paso adelante en materia laboral.

“El país tiene una deuda histórica con la clase trabajadora”, señaló el legislador al destacar que con la adopción de los principios de este convenio con los arreglos que se hacían a espaldas de los trabajadores y con empresas para explotar la mano de obra. “Eso tiene que cambiar, así como las condiciones de seguridad en los centros de trabajo, además de la política salarial porque hoy México tiene los salarios más bajos de América Latina”, indicó.

Por ello, comentó que con esta ratificación del Convenio 98 de la OIT México da un paso histórico y la clase obrera debe sentirse contenta y estimulada de que se va a iniciar una nueva etapa de relaciones entre el capital y el trabajo, en la que se respete la libertad sindical, donde los trabajadores en voto libre y secreto puedan elegir el sindicato al que quieran pertenecer y a sus dirigentes, así como las condiciones al trabajo y la contratación colectiva.

“Estamos rompiendo un esquema del sistema corrupto de contratos de contratación patronal, que se firmaban a espaladas de los trabajadores y sin tener una organización sindical que los representara. Esto es un paso adelante en la democracia sindical”, explicó el también dirigente del Sindicato de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana.

Respecto al cabildeo de los grupos empresariales para evitar que se ratificara este convenio, el senador Gómez Urrutia dijo que las presiones fueron muy fuertes para evitar la ratificación, en especial de la fracción parlamentaria del PAN, pero la resistencia fue fundamental, creer en la lucha, tener la pasión, la conciencia clara para transformar estos decretos o convenios que impiden que se dé un paso adelante de la clase trabajadora.

Explicó que a pesar de todos los obstáculos y del discurso de que era necesario más tiempo para discutir la ratificación del convenio, se logró su aprobación y se desvirtuaron todos los argumentos esgrimidos por falta de información o de ignorancia sobre este tema, e incluso los hechos hasta de mala fe.

De los 187 miembros de la OIT sólo lo habían probado 165 países, expuso y recordó que desde el 2015 el gobierno federal había propuesto al Senado de la República su ratificación, y pese a haberse concluido el proceso legislativo con un dictamen éste no fue presentado al Pleno. Por ello, consideró que es vital impulsarlo en esta naciente legislatura, el cual fue avalado por la gran mayoría de los senadores.