Las tensiones políticas y económicas en el mundo se
intensifican, advirtieron los líderes del Grupo de los 20 (G20) al concluir
ayer su 14 reunión anual, realizada en esta ciudad japonesa, pero no criticaron
el proteccionismo y sólo pidieron un ambiente de comercio justo y libre,
después de conversaciones entre algunos líderes, que algunos de ellos
describieron como difíciles.
En un comunicado final, que marca el cierre de esta
cumbre de dos días, los líderes determinaron que el crecimiento económico mundial
seguía débil y que existe el riesgo de que se ralentice, en la medida en que
aumenta la tensión comercial y geopolítica propiciada por algunos países.
Acordaron tomar medidas contra la desigualdad y aplicar
políticas inteligentes contra las amenazas al comercio global provocadas por
diferencias de intercambio y geopolíticas. Nos esforzamos por lograr un
ambiente de inversión y comercio libre, justo, no discriminatorio,
transparente, predecible y estable, y mantener nuestros mercados abiertos,
acordaron.
En la clausura, el primer ministro de Japón y anfitrión,
Shinzo Abe, afirmó: “Las naciones del G20, los países que lideran la economía
mundial, tienen la responsabilidad de enfrentar directamente los problemas
globales y proponer soluciones a través de un diálogo con franqueza.
Ahora, con esta Declaración de Osaka debemos tratar de
encontrar tenazmente, no las diferencias, sino el terreno común entre nosotros
y esperamos continuar con nuestro esfuerzo para conservar el crecimiento
económico global, dijo.