Día Cero: asume AMLO la presidencia

Francisco Gómez/Mirador Judicial 2018-11-30 23:37:48 Andrés Manuel López Obrador,Presidencia,toma de posesión,PRI,PAN,Morena

Justo en el momento en que Andrés Manuel López Obrador pronuncie las palabras "Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande", concluirá toda una era de la historia de México.

Cuando López Obrador se coloque en el pecho la Banda Presidencial, habrá terminado la época de la hegemonía tradicional que ejercieron por poco más de ochenta años el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN). Iniciará la del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que controla no sólo el Poder Ejecutivo sino también el Poder Legislativo con un amplio margen.

Acompañan al nuevo presidente de México en su llegada al poder una corriente de coaliciones de centro-izquierda, pero en la cual sobresalen hombres formados e integrados al viejo sistema político. Varios de ellos, incluyendo al mismo López Obrador, proceden del PRI, partido en el cual militaron y rompieron desde 1988.


FOTO: Agencia: OBTURADOR.MX

Lo acompañan en su nueva administración al frente del gobierno federal, personajes también formados en las lides de la izquierda moderada y hasta del ala radical de esta corriente, pero que se encuentra detrás de quienes rompieron con el PRI.

La nueva época que se inaugurará procede de una jornada electoral histórica, donde se dejó atrás en su mayoría las prácticas tradicionales de corrupción y coerción del voto de los mexicanos.

También precede a esta nueva época, 18 años de desencanto y corrupción. Si en el 2000 Vicente Fox pareció significar una bocanada de aire, el final de su sexenio fue decepcionante, aunque su partido volvió a ganar con Felipe Calderón como candidato. Su administración inició con la puesta en marcha de la “guerra contra las drogas”, que al final de losseis años de su mandato sumió al país en un mar de violencia.

El regreso a la presidencia de México del PRI pareció cambiarle el rostro al vetusto partido emanado de las filas de la Revolución Mexicana. Seis años después las cuentas no salieron y la gestión de Enrique Peña Nieto quedo a deber por la corrupción que ahogó al país, lo mismo que la violencia.

Si bien el nuevo presidente cuenta en la actualidad con un amplio margen de popularidad, ello no será cheque en blanco para no cumplir con las grandes expectativas que se han generado por las promesas de campaña y como presidente electo.

Tras 18 años de ejercer como candidato presidencial, López Obrador cumplió su meta de ser presidente de México. Si, lo logró con cerca de 30 millones de votos a su favor, pero otros 30 fueron en su contra. Eso debe importar para no dividir a una nación en buenos y malos, camaradas y enemigos, blanco o negro.

Es el momento culminante de su vida. Su unción como Presidente pretende ser el inicio de lo que ha llamado la Cuarta Transformación, y el acto donde jurará como máximo líder político del país igualmente pretende romper con los moldes protocolarios del pasado reciente.

Los frutos del cambio se verán, dice el propio López Obrador, en un futuro inmediato y cercano. Esperemos que sea para bien de nuestra nación.