La crisis económica se hizo nuevamente patente en Argentina, donde el presidente de ese país, Mauricio Macri, declaró una emergencia nacional y anunció diversas medidas para mitigar los efectos de esta nueva crisis en el país andino. Sin embargo, ello no evitó las protestas masivas por esta situación.
Por la crisis, Macri recortó al 50 por ciento su gabinete,
lanzó un plan de ajuste para detener la caída del peso que se situaba a 41
pesos por dólar, solicitó un gigantesco préstamo al FMI, intentó sin resultados
frenar la desconfianza de los mercados y la volatilidad de las inversiones, evitar
la recesión, contener la inflación, entre otros factores más.
FOTO: gobierno de Argentina
De acuerdo con el Diario El
Clarín, las razones para entender esta situación de crisis son las siguientes:
La crisis de confianza y volatilidad, el déficit fiscal y la inflación, la
recesión, los salarios, la pobreza, la coyuntura económica.
El diario argentino señala que el impuesto que comenzó a
regir a fines de abril para los tenedores extranjeros de Lebac (letras del
Tesoro) desató una salida masiva de capitales financieros especulativos
atraídos por las altas tasas de interés y la flexibilización absoluta de los
flujos financieros.
A esto se sumó que la desconfianza cada vez mayor en la
política económica gradualista de Macri llevó a los inversores a desarmar sus
posiciones en pesos y apostar por el dólar, lo que generó mayor presión sobre
la divisa argentina, indicó El Clarín.
Las tan ansiadas inversiones extranjeras no llegaron, una
fuerte sequía golpeó a la producción agropecuaria, con pérdidas de hasta 8.000
millones de dólares, ingresaron menos divisas que las esperadas y la demanda se
hizo sentir acelerando la devaluación, según el rotativo.
El multimillonario rescate financiero otorgado por el Fondo
Monetario Internacional no alcanzó para recuperar la confianza de los mercados
y ahora el país le pidió al organismo que adelante el envío de fondos, indicó
el diario argentino en un extenso análisis.